Trufi era de un señor mayor, su compañera de toda la vida, su amiga inseparable. Al morir él, los hijos la llevaron a un almacén donde se pasaba todo el día encadenada, a oscuras, sin ver la luz ni salir a la calle. Así trataron a la que fue la mejor compañía de su anciano padre. Por suerte pudo salir de allí, y es la perrita más buena del mundo, tranquila, educada, cariñosa, sociable con cualquier animal, no da un ruido y se conforma con cualquier cosa. No puede haber perra más buena que Trufi. Merece tener la mejor familia, tanto por ella como por su difunto dueño. Es de tamaño pequeño tipo schnauzer, tiene 9 años. Está en Madrid. Contacto : amibichos@gmail.com
